En junio de 1985, Barcelona y Girona fueron las sedes de la segunda edición del Mundial de Clubs de baloncesto, un torneo organizado por la FIBA para enfrentar a equipos de diferentes continentes. El Real Madrid, que había ganado la Liga y la Copa del Rey, decidió no participar tras perder la final de la Copa de Europa ante la Cibona de Zagreb. El FC Barcelona, dirigido por Manolo Flores, se alzó con el título tras vencer al Monte Líbano en una final muy disputada. Aunque el torneo pasó desapercibido en los medios debido al salto de Fernando Martín a la NBA, varios jugadores brillaron a nivel individual, como el brasileño Marcel de Souza, quien fue nombrado MVP. En un torneo dividido en dos grupos, Barcelona contó con rivales como San Andrés de Argentina y Limoges de Francia, mientras que en Girona compitieron equipos como Cibona y Monte Líbano. El campeonato fue un hito histórico, aunque con una presencia de público moderada y con equipos de muy distinto nivel. A pesar de la calidad del baloncesto, el evento fue opacado por otros acontecimientos deportivos del momento.
Título original: Cuando Barcelona albergó otro Mundial de Clubs… hace 40 años
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